«Mas ninguno abasta siempre por su affeccion: a vsar de consolaciones diuinas. por quanto el tiempo de·la tentacion no cessa. Mucho contrasta a la sobirana visitacion la falsa libertad del animo: e la gran confiança de si mismo. Dios nos faze bien: dando la gracia de·la consolacion. mas el hombre faze mal: no atribuyendo lo todo a Dios: faziendo le gracias. E por esto no abundan en nos: los»