«de qualquiere materia. Mas guarda tu fuerte proposito: e recta intencion a Dios. e sabe te que no es enganyo: quando subitamente eres arrebatado quasi fuera de ti: e luego te bulues a las acostumbradas vanidades del coraçon. Ca aquellas suffres tu mas contra tu volundad que las fazes por tu grado. e quanto mas te desplazen. e les contrastas: tanto es mayor merecimiento: e no perdicion. Sabe te que el»