«passiones e puesto que no me trahen del todo a consentir les: empero enoja me e agrauia me mucho su persecucion: e reciba enojo de viuir quadaldia en esta contienda. E dende conozco yo mi flaqueza: que mas ligeramente cargan sobre mi las abominables fantasias. que se van. Pluguiesse te ya fortissimo Dios de Ysrael zelador de·las almas catholicas de mirar el trabaio: e dolor de tu sieruo. e de»