«te conseio que merques de mi oro passado por fuego. conuiene saber la celestial sabiduria: que todas las cosas baxas huella para que te fagas rico. Dexa atras la terrenal sabiduria: e todo el humano aplazimiento: e propio. yo te dixe que en el mundo nosotros deuemos mercar las cosas muy viles: por las preciosas e altas. Ca vil e pequeña: e quasi oluidada parece la verdadera sabiduria celestial: que no»