«el humano aplazimiento: e propio. yo te dixe que en el mundo nosotros deuemos mercar las cosas muy viles: por las preciosas e altas. Ca vil e pequeña: e quasi oluidada parece la verdadera sabiduria celestial: que no sabe ni presume de si cosas altas: ni busca de se engrandecer en la tierra. La qual sabiduria muchos fablan por la boca. mas en la vida stan d·ella muy apartados. Empero»