«ninguna manera se puede comparar a·la muerte de·la anima. Esto confirma sant Augustin: que dize que mayor dapño es la perdicion de vna anima: que de mill cuerpos. Tan bien se prueua esto por sant Bernardo diziente: que todo este mundo corporal non se puede estimar tanto quanto es el precio de vna anima. Pues tanto es mas espantable e aborrescible la muerte de·la anima: quanto ella es mas noble e»