«a·los caualleros del Templo: que luzian por entonce tanto: fazian tanta guerra a·los enemigos de Dios que todos eran hauidos por sanctos. Resplandeçia entonce la santidad la sapiencia la predicacion y marauillas de nuestro santissimo padre Bernardo: cuyo magnanimo y deuotissimo tio fue maestre primero de·los templeros: y con esso el rey christianissimo tomo tanta deuocion con ellos que vino en punto de renunciar·les el reyno: y de fecho por su»