«del enemigo: Recoge todos mis sentidos a ti. faz me oluidar de todas las cosas mundanas. otorga me de lançar luego: e desechar las fantasmas de los vicios. O eterna verdad socorre me que ninguna vanidad me mueua. venga tu celestial suauidad: e fuyga de tu cara: toda cosa suzia. Perdona me e haue misericordia de mi: tantas quantas vezes yo en mi pensamiento pienso en otro fuera de ti. Confiesso»