«que yo pudiesse derramar tantas lagrimas como la agua de·la mar: haun no seria digno de tu consolacion. E por esso no soy digno sino de ser açotado e punido. ca yo te he offendido muy grauemente. e he peccado en muchas cosas. por consiguiente (considerada la razon verdadera) no soy digno de vna pequeña consolacion. Mas tu piadoso e misericordioso que no quieres que tus obras perezcan: por mostrar»