«de si mismo. Ca el que tiene bien subiugado a si mismo: de manera que la sensualidad obedezca a la razon. e la razon en todas las cosas obedezca a mi. este tal es verdadero vencedor de si mismo e señor del mundo. Si desseas subir a esta cumbre: conuiene varonilmente començar: e poner la segur a la rayz: para que arranques: e destruyas la secreta: e desordenada inclinacion. que tienes»