«e oye la oracion de tu pobre sieruo: que sta lexos desterrado en la region de·la sombra de·la muerte. Defiende e consierua la alma de tu sieruo: entre tantos peligros de·la vida corruptible. e acompanyando la tu gracia endereça me por la carrera de·la paz: a la patria de·la perpetua claridad.§ Comiença el quarto libro. e pone ante de todas cosas vna exortacion para recebir el»