«de tus palabras me conuida: mas la muchidumbre de mis vicios me carga. Mandas que yo con buena fiuza me llegue a ti. si quisiere hauer parte contigo. para que reciba el maniar de·la immortalidad: e si desseo alcançar la uida e gloria. Ca tu dizes. Uenid a mi todos los que trabaiays: estays cargados: e yo vos recreare. O dulce e amigable palabra en la oreia del peccador: que»