«llorar la passion del su fijo el nuestro redemptor, acompañando·la, e nunca d·ella nos partiendo.§ Cerca del terçero articulo que es de muy grandes dolores. Deueys saber padres, e señores mjos que el enemigo veyendo que el fijo de dios, obraua todos milagros, segund que dize sant Grisostomo. E veyendo que por ninguna arte njn manera el no·lo podia vençer, fizo dos procuradores para que·lo ayudasen, a»