«enemigos, los quales cruel, e syn piedad lo tratan, asy como ribaldos, e vellacos. O señora mja, e qujen sera, aquel syn piedad , e compasion te dira las nueuas que tu fijo esta tan desonrradamente en·la carçel, e condenado a muerte cruel, e muy desonrrada. Oyes madre mja los clamores e bozes de·los vellacos e ribaldos que dizen al tu fijo. Este es el Yhesus que falsamente se»