«aquellas senyoras que en alguna reputaçion se tienen an aquesta consideraçion de continuo. E mas que mas las viudas que sin empedimjento ny temor pueden dar a·sus casas entrada y complazer y dar deleyte a·sy y al que bienqujsieren a conplimjento sin peligro ninguno: y tubiendo el enamorado socorrido conoçeran aquel jngrato e desconoçido y mas consideraran la gran disposiçion d·ellas como en·belleza sangre y vjenes: que traspasando todas las otras mereçen ser bienqueridas»