«no deuen de ser d·esto siempre preguntados. empero el tal amor de·la creatura: siempre es peccado mortal. E quando alguno ama alguna creatura mas que a Dios: empero no querria ya por esso ofender a Dios ni perder su amistad: el tal amor de·la creatura no es peccado mortal.§ La segunda regla asaz concuerda con la precediente: conuiene saber quando manifiestamente comete el hombre algo contra el amor»