«coraçon del hombre: que no tema la presencia del eterno juhez: quando todos los peccados juntos tornaran delante los ojos. E todas las cosas que fezimos con deleyte: nos seran trahidas a·la memoria con miedo. Ca segun se scriue en·los Prouerbios de Salamon. Los verdaderamente malos no piensan en·el juhizio: mas los que temen a Dios: paran mientes a todo. Por esso dize sant Bernardo en·la prosa:»