«verdad: onde no abasto a marauillar me: mas de mucho miedo estoy estremeciendo en mi pensamiento. Ca por cierto el temor e estremecimiento vinieron sobre mi: e las tiniebras me cubrieron de mucho miedo e espanto. Ca pregunto: quien no temeria: e quien no se espantaria: quien no desfalleceria del cuydado: el que pensasse consigo con diligencia: e contemplasse esta piedra: e reuoluiendo e passando por su memoria las penas»