«reyes e principes: en tan solemne e excellente mesa. Ca dize Cassiodoro sobre aquel verso del Psalmista. Expelle eos quoniam irritauerunt te domnine. Aqui dezimos que tanto es cadavno lançado e apartado de·la deidad: quanto son amontonados sus peccados. Ca la grandeza e suma del peccado es medida del ser rehusado. Pues luego quien no esquiuara los peccados: e los abhorrecera como poçoña: conosciendo que por ellos ha de perder el eterno gozo. Pues que»