«al onbre avariçioso, nin otra cosa non ha mejor sinon rogar a Dios que le de la muerte. Ezechia profeta dize: digas·me que te ayudan las riquezas, si la avariçia non te las dexa despender? Ca los dineros non fueron fechos que tu los soterases de yuso de·las piedras, nin de·la tierra, ca si Dios oviese querido que fuesen estados soterados, non oviera permitido que fuesen fechos. De·la»