«la voluntad no puede ser forçada en·donde consiste el peccado. por lo qual dize sant Ambrosio. No deuemos atribuir nuestro peccado: e desuentura a otros. ca ninguno es obligado a·la culpa: sino que declinare: e abaxare de·la propia voluntad. Empero puede vno dar occasion grande de otro de peccar. e dize la decretal que el que da la occasion del daño: es hauido como si fiziesse el mismo»