«que fecha la cuenta tu quedarias deutor, ahunque ciento te randiesse por vna. E quanto mas que los hombres, como mas robustos, de sus febles personas vsurpada primjnençia e senyoria, mas obligados al bien del contrario caemos en maior errada e culpa. E de otra parte tenjendo a ellas no poco apremiadas e retraydas queremos mostrar que no en su voluntat mas en nuestra guarda la bondat suya consiste, que d·apetecer el mal»