«se puede guarneçer: mas ahun illustrar nuestra vida: occurrio me aquello que muchas vezes hauia oydo a Pablo Hurus aleman, de Constancia: emprentador famosissimo, en aquella vuestra fidelissima y muy noble ciudad. el qual dezia, estaua marauillado, como a sus manos houiessen llegado libros y obras sin cuento para imprimir: y jamas en romance hauia visto, que nadie se houiesse acordado de pregonar el sagrado misterio de·la passion, del redemptor glorioso.»