«a muchos otros en doctrina y enxemplos. Aquesta es sobiranos principes y señores, el yunque, donde se fabricaron las armas: con que reporto el glorioso Jhesu, el esclarescido triumpho de·los infiernos. En ella se labraron las llaues, con que nos abrio las puertas del parayso. y en aquesta misma fragua se smaltaron todos los milagros y martirios de·los caualleros del cielo. Ella fue la que puso fin a nuestra»