«ingratitud me atormentaran los demonios. Con todo misericordioso señor, no desesperare de tu gracia: mas recorrere apressuradamente al refugio seguro, de tu santa y abundosa passion: y ende hallare muy caro y precioso señor, el minero de·los tesoros de tu misericordia: donde por me abraçar y saluar: estas tu señor con·los braços abiertos: y con·la cabeça inclinada por dar paz y sossiego a mi alma: enclauados los pies»