«el recuerdo y memoria de tus improperios y llagas. Quien pues glorioso señor me dara fuente tan abundosa de lagrimas, para que continuamente pueda llorar tan excessiuos dolores, como por mi pecador suffriste en tu venerable y delicada persona? Tu solo señor, que nasciste de aquella fuente sillada de tu sanctissima madre y siempre virgen Maria. En ti solo señor piende mi verdadera caridad, mi sperança, y mi fe. jamas me»