«m·e pues como desmamparado a·la puerta del parayso: y pedire como pobre en·las puertas de·los hombres ricos, alguna migaja: o como leproso, que por su contagiosa dolencia esta apartado de·la comunicacion de·la gente sin hablar, porque no infecione el ayre. y prostrado ende en·el suelo, mentalmente con dolor estremo de coraçon, confuso ante tu majestad y todos los sanctos y angeles de tu gloria»