«o como leproso, que por su contagiosa dolencia esta apartado de·la comunicacion de·la gente sin hablar, porque no infecione el ayre. y prostrado ende en·el suelo, mentalmente con dolor estremo de coraçon, confuso ante tu majestad y todos los sanctos y angeles de tu gloria bendita: dire llorando y gemiendo.§ O triumphante corte celeste, llena de felicidad, y de gloria. donde es Dios mesmo el caudillo, donde no»