«hijo de Dios: por destruyr su gran poderio. por saber si era el, delibero de temptar·le. Plugo a nuestro señor y maestro çufrir ser temptado: porque nosotros çufriendo ser temptados con paciencia supiessemos ser vencedores. y porque con·las temptaciones, que son combates del alma: recibamos lumbre y conoscimiento de Dios, de nosotros mesmos: y del diablo: y ahun del estado tan peligroso de nuestro biuir: y atinassemos el virtuoso»