«nuestro nos arma.§ La primera es temor nocturnal. conuiene saber de·los trabajos y aspredades de·la penitencia, por nos fazer pusillanimes, y muy couardes. y llama el Psalmista aqueste tal temor, nocturnal: por ser tenebroso y fosco, que nos atapa y ciega: no dexando nos ver los grandes prouechos de·las tribulaciones y penitencia: porque como dize el Apostol, no son condignas las passiones de aqueste siglo, para mereçer la»