«de gloria y de vida. Por·ende si desseamos que nos ministren los angeles: aborrezcamos los deleytes y consolaciones del mundo. y resistamos con·el benigne Jesu, a·las temptaciones del enemigo: recordando nos que mientre çufrio la temptacion: el vencedor glorioso no permittio que llegassen los angeles a el, para le ministrar: porque ante de su victoria no fuyesse: el que por el hauia de ser tan gloriosamente vencido: mas»