«començo de llorar. por enseñar nos que para quitar el pecado, son a nosotros necessarias las lagrimas. Onde dize Alcuyno, porque era fuente de piedad, lloraua por la parte de·la humanidad: el que podia resuscitar por poderio de·la diuinidad. Considera pues, o alma christiana, que como escriue Ludolpho, no lloro el piadoso Jesu a Lazaro porque era muerto: mas porque le hauia de resuscitar, para boluer a·las tristezas»