«Ayuntemos nos pues nosotros o hermanos carissimos en·la casa de Dios: no para confabular y tratar de·lo que es temporal, ni para en·ella assechar la salud de nuestros amigos: mas para contemplar, orar, y hazer penitencia: para que el dia de pascua recibamos nuestras consciencias dignamente, aquel sancto y verdadero cordero, sacrificado por nuestros pecados: el qual enseño con su dedo aquel pregonero y bautista sant Juan.§ Capitulo»