«lo escriue, y mas sus pies sagrados: siguiendo sus pisadas y enxemplo. enxugando lo todo despues, repartiendo las cosas superfluas, si las tuuieremos, por su seruicio a·los pobres. y enchir se ha entonces el mundo todo del odor suaue de nuestra fama marauillosa. supiendo que el buen odor es la buena fama: segun lo que nos reza el Apostol, el buen odor de Christo somos nosotros en todo lugar: y»