«pues el precio d·el, no ternia el en·la bolsa. O ponzoñosa cobdicia: o iniquidad demoniaca: poco te parescio increpar a Maria porque lo derramo: si no increparas con tan maliciosas palabras a tu redemptor: porque lo permitio: y por encobrir tan veninosas palabras, y rauioso desseo, trabajaste de dorar·las con algun zelo de piedad diziendo: pudiera se vender aqueste vnguento por mas de trezientos dineros: y fuera mucho»