«Christo: no solamente hauia dignamente perdido el nombre de ciudad tan esclarescido: mas ahun de·la libertad spiritual, estaua ahora puesta en cruel seruidumbre de todo peccado. y por quanto en·ella reynaua muchedumbre de discordias, y no se hallaua vnion en·los ciudadanos: era razon no llamar la ciudad, mas castillo y lugar puesto so señorio y gouierno particular. Mando pues nuestro señor y maestro a Phelipe y a Pedro»