«tan desuergonçadamente, no tenemos otro rey sino a cesar. O quan contrarios actos, y llenos de ponçoñosa malicia, fueron festejar le hoy con ramos verdes, llenos de flores: y luego despues poner·le la cruz seca en·los hombros: y coronar·le de spinas. O cosa de gran marauilla, y de repentino repentimiento, por honor excessiuo desnudar hoy sus vestidos, porque ahun el asna que caualgaua no tocasse en·el suelo:»