«y solemne recebimiento: allegando·se a·la ciudad de Jerusalem: no solo corporalmente, mas ahun con afeccion muy grande de singular compassion: considerando quan luengamente y religiosa, se hauia en·ella administrado el cultu diuino: acatando por de fuera la lindeza y singularidad de·los edificios, y la malicia y poca piedad de·los habitadores de aquella: mouido de compassion, començo de llorar y dezir. Si conociesses los males y destruccion»