«mi aduenimiento, en·el qual yo te visite por te reparar, y dar te remedio. Mezclo el bienauenturado señor con tan excessiua alegria, vn poquito de lloro, y no oluidando su misericordia tan sin medida: mientra el pueblo cantaua cantares de alabanças y gloria: lloraua el la destrucion de tan sobirana ciudad, derramando sobr·ella lagrimas de tristeza y misericordia: y por·ende como escriue Ludolpho, en·el mes de agosto»