«cueua y receptaculo de ladrones. E como quiera que el buen señor sus propias injurias huuiesse siempre tollerado con paciencia: no pudo dissimular ni çufrir las que eran fechas al padre en·las oraciones y sacrificios. Pluguiesse agora a Dios que yo no supiera letras, como dixo Nero en·el principio de su imperio: porque no huuiesse de scriuir cosas tan abominables y de tanta verguença. No van hoy los christianos»