«culpas, por tal forma, que todos juntamente, los ecclesiasticos y los seculares, disponiendo nos en su sancto seruicio: merezcamos ser llamados fijos y herederos del sempiterno reyno del cielo. Quedando despues en·el templo nuestro redemptor y maestro, enseñando su sagrada doctrina euangelica: los principes de·los sacerdotes: a·ssaber es los que gouernauan lo espiritual: y los escriuanos, que eran los que entendian en·la doctrina de·la ley y»