«ni habitacion propia: preguntaron le. Señor donde mandas te aparejemos la pascua? Contemplen luego con deuocion y lloren vergonçosamente, o piadosos hermanos los que con superfluo cuydado labran casas magnificas, y soberbios palacios: y con desenfrenada set allegan los mortales thesoros: y miren la gran pobreza del señor de todo el mundo: el qual no tuuo lugar propio donde cenar con·los suyos: y ahun lo que sin sospirar y gemir»