«aquel dia tan espantoso y terrible de tu diuino juyzio, los prelados y pastores eclesiasticos? los quales siendo mas propiamente mercenarios, no tondiendo: mas desollando las ouejas de tu señal: mercan castillos y villas, casas mucho pintadas, y guarnescidas de paños dorados: con huertas tan llenas de muchos deleytes y vanidades, que deseredando sus yglesias y los pobres, que por tu seruicio lo piden: las dexan a sus fijos adulterinos, engendrados»