«desseos, y si a nuestro apetito no se pueden cumplir: tener la voluntad muy aparejada siempre para bien dessear: siendo ciertos que entonces accepta el buen señor la voluntad por la obra como reza el Psalmista. Codicio mi alma señor dessear tus justificaciones. E por quanto aquesta cena corporal y sanctissima, fue toda llena de milagrosos misterios: como escriue Vbertino, en·el sagrado euangelio de aqueste dia de·la cena: nuestro»