«entender que las palabras de·la reprehension no tocauan a el: y porque con·el audacia, desmintiesse su scelerada consciencia. y por·ende enseñando·le de lexos el glorioso Jesu la pena de·la damnacion eternal, dixo mas adelante. Cierto es que el fijo de·la virgen va assi como d·el esta profetado y scripto, a recebir la passion muy voluntario: mas sea para siempre maldito el traydor que le»