«y por tan minimo precio lleno de sangre: dexaste de ser juez de·las gentes con tus compañeros: por ser principe de·los reprouados, en aquel spantable juyzio final: donde con tus desaprouechadas lagrimas y gemidos: oyras con tus sequaçes el terror de aquellas postrimeras palabras, sin esperança de piadad y misericordia. Yd malditos de mi padre en·el fuego eternal: el qual esta aparejado para los diablos, y a todos»