«dia en·el templo. quan penosa andar de tierra en tierra: de ciudad en ciudad, descalço y a pie. quan fatigosa trasnochar muchas vezes en oracion. curando dolientes, librando los endemoniados: resuscitando los muertos: no desuiando se en ninguna de aquestas cosas de ser sojeto a·las leyes de nuestra natura: passando muchas vezes hambre, set, frio, calor, vientos, lluuias, vigilias, ayunos, cansacio: y todas nuestras penalidades humanas, saluando miseria y»