«la muerte y de·las penas tan acerbissimas que temio hauer de passar. como quiera que en otra manera fueron en·el aquestas tales passiones, que no son en nosotros: ca muchas vezes en nosotros peruierten el juyzio y imperio de·la razon: y en nuestro redemptor y maestro siempre obedescieron aquestas tales passiones a·la razon y a·la voluntad: y assi queriendo huuo hambre, queriendo huuo temor, y queriendo»