«vinciesse todas nuestras tristezas: assi como con su muerte hauia destruydo la nuestra. Onde dize Ambrosio, conuino que Christo tomasse nuestra tristeza, porque la vinciesse: ca no pertenesce la alabança de fuerte, al que se marauilla de·la grandeza de·las feridas: mas al que çufre el dolor d·ellas.§ La tercera razon por·que quiso començar de hauer pauor y ser triste, fue por nos dar enxemplo y doctrina moral,»