«emanar infinitos martirios y muertes de sanctos. La segunda, como scriue Beda, porque por la tierra regada con·la preciosa sangre suya, se manifestasse, que por su sangre todos los hombres terrenos hauian de ser redemidos y saluos. La tercera como lo siente la glosa: orando por los apostoles sudo sangre: por demostrar el hauer obtenido el efecto de·lo que en sus ruegos pidio por purgar y alimpiar la fe»